El guitarrista Daniel Cadena hereda la responsabilidad de dialogar con dos mundos musicales, en donde cabe la música tradicional colombiana y la intensidad del rock. Siendo así, un habitante de La Provincia
Hugo Cabrera / texto / Subterráneos
Patricia López / fotos / Subterráneos
Puebla, Puebla; 10 de mayo de 2023. Hace 30 años Carlos Vives inició un proyecto en el que convocó a los mejores músicos del vallenato, comenzó con el acordeonista Egidio Cuadrado y continuó con el llamado a músicos del rock colombiano. Tuvo como base, interpretar las composiciones de Rafael Escalona. Así inició un camino que ni él mismo imaginaba a donde llegaría. Ahora es reconocido en todo el mundo, una muestra del folclor del norte de su país, el desierto de la Guajira, culturas del río Magdalena Grande. Crea un género musical que a su vez se enlazan con los cantos de esclavos africanos y otros ritos tradicionales de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta.
A 30 años de distancia, Carlos Vives vuelve a grabar y presenta el disco: Escalona nunca se había grabado así, versiones actualizadas, que presenta en conciertos en vivo con una banda extraordinaria, que conforman La Provincia: Pablo Bernal en la batería (Bloque de Búsqueda); Darwin Escorcia en percusiones; Mayte Montero en la gaita; Carlos Medina en teclados (Distrito Especial); Andrés Leal en guitarra acústica; en el acordeón, Cristian Peña; coros: Melisa Mejía, Paola Lancera, Isa Mosquera; guitarra eléctrica Daniel Cadena (Tú Rockcito y Mutante). Comandados por el reconocido bajista Luis Ángel el “Papa pastor”.
El pasado 9 de mayo Carlos Vives se presentó en Puebla y se tuvo la oportunidad de entrevistar a Daniel Cadena, ganador de un Grammy con el proyecto que produce, llamado: Tú Rockcito y nominado a otro Grammy por su disco Mutante, grabado con el gran “Papa pastor”.
“Para hablar de la relación entre el rock y el vallenato hay que remontarnos a ese experimento que hizo el señor Carlos Vives al inventar La Provincia, y juntar a músicos del rock y del folclor del vallenato, donde no se conocían mutuamente. Lo interesante es que buscó a músicos que se desconocían entre sí y no sabían los del rock del vallenato y los del vallenato del rock. El primero que hizo ese acercamiento fue Teto Campos, guitarrista de Vives, que tenía conocimientos de los dos mundos, mucha información de la música indígena y era un rockero total. Él empezó a desarrollar ese lenguaje de la guitarra eléctrica y el vallenato. Después vino Andrés Castro, que manejaba también los dos mundos, venía de los boleros y el jazz, siendo bogotano, tenía información de la música andina que fue fusionando con el rock. Ambos manejaron el rock y el vallenato, tanto en la música como en la letra. "Ellos introdujeron la guitarra eléctrica en el vallenato”.
Ahora Daniel Cadena tiene esa responsabilidad de representar a la guitarra eléctrica en el vallenato ¿Cómo lo resuelves?
"Cuando yo entré hace 10 años, comencé por emular lo que hacía Andrés Castro en la guitarra. Me estudié sus conciertos, grabaciones y quería que no se sintiera la diferencia. "De unos tres años para acá intento insertar mi lenguaje. Me gusta mucho el blues, el rock and roll y es lo que he tratado de meter, junto con mi sonido y las cosas que he hecho como solista".
¿Cómo se define el sonido de Daniel Cadena?
“El sonido viene de las manos. Andrés Castro, le ponen cualquier marca de guitarra y él la hace sonar a su forma, son las manos las que dan el concepto. El sonido mío es blues y rock anglo, un poco de funk. No me considero jazzero, pero creo tengo un poco".
¿El vallenato qué le aporta a Daniel Cadena?
“Le cuento que ha aportado muchísimo. Una cosa muy drástica y no sé si suene ofensivo para los rockeros, pero yo creo que en el rock se confía en el ritmo del baterista y eso lo sostiene; pero en el vallenato hay que llevar tu propio tiempo y hay que ser muy preciso y todos los instrumentos que intervienen. Eso en la música tropical en general, y eso fue algo que tuve que asimilar. El vallenato tiene algo especial, no se toca la canción de la misma forma dos veces, tiene una gran posibilidad de improvisación, es de mucha espontaneidad y ver como los músicos cachan la armonía es maravilloso".
"Escalona nunca se había grabado así, es el primer disco en el que intervengo totalmente. El Papa y Andrés Leal son los productores y lo trabajaron desde el comienzo, se grabó en vivo. Una experiencia increíble grabar en vivo, un disco orgánico, no hubo mucha edición y ya está en plataformas desde marzo".
Hay muchas formas de apreciar un concierto de Carlos Vives, comenzando por la alegría de la música, las letras, el baile. Otra forma, y que pudimos ver en Puebla, viene desde observar la pulcritud de la ejecución y la fusión de expresiones culturales. Ver al "papa" Pastor es un privilegio, virtuosismo puro, precisión de alto nivel. Llevar el concierto por los terrenos del vallenato, el funk, el jazz; el rock con sus variantes desde el reggae, hasta el progresivo. Ver y escuchar los coros desde la negritud, ritmos y vestimentas que se expresan en libertad y nos recuerdan tiempos de esclavitud.
Una idea de Carlos Vives que nació hace 30 años y que solo la pueden materializar los habitantes de La Provincia. Vivirlo es una experiencia excepcional.
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