Sonidos del Caribe en defensa del territorio

Hugo Cabrera / Subterráneos

Un viaje por la zona fronteriza entre México y Belice para conocer música y formas de vida

San Pedro, Belice; 25 de enero de 2023. El Caribe mexicano y beliceño es un sitio rico en cultura, enmarcado por el mestizaje en un territorio de selva y mar de aguas color turquesa, donde conviven mayas, mestizos, chinos, hindús y menonitas. La frontera entre Belice y México es ideológica, ya que el territorio es similar en las ciudades colindantes: Chetumal, Orange Walk, Corozal, San Pedro y Bacalar. El idioma preferido en Belice es el inglés, aunque se habla también español. Aquí termina Latinoamérica y comienza la influencia inglesa. Es en esta zona donde predominan géneros musicales como el reggae, calipso, punta, brukdown, traído por los trabajadores forestales llegados de Inglaterra. Aunque de a poco la música banda va entrando en el gusto de las personas, al igual que el reggaetón, y con ello la modificación de prácticas culturales.

La Guerra de Castas ocurrió en Yucatán de 1847 a 1901, un conflicto racial entre mayas y población blanca asentada en el territorio. Bisabuelos o tatarabuelos de personas nativas de la región tienen historias que contar, pero las narraciones van quedando en publicaciones, más que en la tradición oral. El mestizaje en esta región ocurre ahora de manera pacífica y de manera relevante. La mayoría de la población tiene origen diverso.

Santos maneja un camión de pasajeros que sale del mercado viejo de Chetumal hacia Belice, su madre era mestiza y su padre blanco; él nativo de Guatemala y ella beliceña. “Me gusta el reggae y el calipso. Hago varios viajes de ida y vuelta, me gusta escuchar reggae”. Comenta con un español accidentado.

El vendedor de salbutes y empanadas, que lo hace en un triciclo, comenta el cartel de músicos que estarán en el carnaval de Chetumal. “La gente está contenta, habrá cumbia con Rayito Colombiano, Cañaveral y para los beliceños Gilharry Seven”. Me explica y luego dice de sus andanzas de juventud en Belice: “hace unos 15 años nos íbamos a Corozal a las fiestas pues había pura gente de raza negra, nos hacían menos y se hablaba en inglés. Nosotros chaparritos y ellos grandotes. Eran conciertos de reggae y calipso. Al final terminamos conviviendo y pasándola bien”.

En San Pedro Belice se prepara un tributo a Bob Marley para el 18 de febrero, con Chucky Fenda, un músico jamaiquino nacido en Brooklyn, New York, dj sound system reconocido en la zona. La gran mayoría de los bares programan reggae, así como en la radio local, además del calipso y en general se transmite rock clásico y es un alivio para los que gustamos de la música alternativa.

El territorio

"Buscaba la vida pescando a la orilla de la laguna, pero los ricos compraron terrenos y construyeron casas enormes, obstruyendo el acceso para nosotros y los animales. Mi abuelo era coreano, mi madre beliceña, pero yo llegué a Bacalar, México desde niño. "Aquí nos gusta el calipso, reggae, punta. Me hice un cazador de fiestas cuando ya no se pudo pescar". Dice Eleazar, quien prepara un machacado de fresa con maracuyá.

"La guerra de castas nos dispersó, y fuimos aprendiendo cosas, decía mi abuelo. Me dediqué a la construcción, pero desde hace algunos años enfermé y entonces puse mi negocio. "Me gusta el reggae y por eso lo pinté con esos motivos. Aquí hay un foro llamado El Galeón Pirata, que, junto con la Casa del Escritor, se han convertido en alternativas para artistas locales y propuestas netamente autogestivas".

Casa del Escritor, Bacalar

“En el Galeón se ha presentado el hijo de Marley y se hacen otra clase de eventos, donde también se expone la terrible situación de Bacalar y de cómo se han apropiado de la laguna y se ha privatizado".

"Splash, Ely Combo, me gustan, son básicos para conocer. También el bruckdown beliceño como Lord Kitchener, Mighty Sparrow, Byron Lee & The Dragonaires, Lord Rhaburn Combo". Apunta Eleazar.

Hay diversos tipos de turismo en la región, pero siempre está la oportunidad de conocer el territorio que se recorre. En Belice es notoria la arquitectura inglesa y se construye con materiales de la región; en México las construcciones son ostentosas y se intenta borrar la arquitectura tradicional. Hay muchos restaurantes y hoteles que ofertan fachadas "estilizadas", como si fueran tradicionales.

La zona libre de Belice ha dejado de ser tan atractiva y lo que antes era contrabando, se ha vuelto legal. La gasolina traída de Venezuela y Honduras ya no es más barata que en México.

Alejandro, músico originario de Puebla, México, dice: “aquí solo hay dos tiendas de música. No hay renta de equipo tan fácil. En las bodas o fiestas familiares se toca Calipso y cada vez se escucha más banda norteña. Un motivo por el cual quiero regresar es la falta de movimiento musical".

El mar, la selva, la gente que transita en autos o barcos desde tiempo atrás, va construyendo en la región una forma de interpretar la vida ligada al clima, a la economía. Siempre un gusto descubrir y conocer esas formas de ser.

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