Ildefonso López/Subterráneos
Foto toma de la fanpage de facebook de Zebra de Puebla
Los palomazos del Flavius
En el verano de 1986 en una tarde lluviosa ¿recuerdas la visita de Arturo Huizar al Flavius? fue una sorpresa para los asistentes.
“Si claro, lo acompañamos tocando ‘Por Piedad’ y ‘Guerrero Verde’. Arturo Huizar y todos los amigos que andábamos en este movimiento teníamos comunicación y nos dijo:—voy a ir a Puebla los paso a saludar— oye estamos en el Flavius, te das una vuelta y nos echamos un palomazo. Estábamos tocando y cuando vimos entró con su esposa, la gente como que no lo identificaba y lo presentamos, pasó al escenario donde tocamos con él”.
Con Alejandro Lora también, una tocada el domingo: ahí te caigo— decía Lora. Llegaba a donde se organizaba la tocada y le propusimos; porque no te quedas en nuestro estudio y al otro día nos vamos a tocar al Flavius, decía:—va órale—. Se quedaba, cenábamos en la casa, se quedaba a dormir al otro día íbamos a desayunar a cualquier otro lado o al vapor o jugar futbol y ya nos íbamos al Flavius a tocar el lunes, también eso lo recuerdo bien padre, lo llevo muy dentro”.
El Tobi que era un talento local que no se perdía una tocada los lunes en el Flavius, para cantar Rocker de Los Ángeles del Infierno.
“Este domingo que tocamos en la Jungla de Asfalto, con Zebra llegaron muchos amigos a platicar de momentos así, me recordaron al Rocker, me dicen:—¿ te acuerdas del Rocker el que echaba palomazos siempre con ustedes?— Si, me extraña que no venga, pues si las tocadas son para la nostalgia para los chavos de antes que volvamos a recordar los momentos que pasábamos, allí me enteré que ya no está con nosotros, la verdad no lo esperaba y lo lamento mucho. Llegó mucha gente de antes y recordamos muchas cosas de la época del Flavius.
El auditorio del CONELEC se convirtió en el sitio más emblemático en Puebla, el templo del rock, donde tocaron casi todos los grupos de México desde Tijuana hasta Oaxaca.
“Era el lugar grande, donde se hacían grandes tocadas, en ese lugar trajimos a muchos grupos: Enigma, El Tri, Dugs Dugs, Toncho Pilatos, La Cruz, Cuero y Metal, fueron grandes momentos, nosotros lo hacíamos por que queríamos que la gente escuchara a estos grupos. Nosotros hacíamos la publicidad, salíamos con nuestras cubetas a las calles, a pegar programas, íbamos a los pueblos, a las colonias, con la ilusión de que la gente fuera a escuchar a esas bandas para que las conociera, a nosotros ya nos conocían así que abríamos la tocada para que la gente entrara, le dábamos el espacio al grupo invitado y cerrábamos la tocada”
“Cuando acababa la tocada, le decían a mi hermanito Miguel—Miguelito venga usted por favor, mire los baños ya rompieron la taza, ya pintaron la pared”— era parte del show, lo arreglábamos, no había problema”.
“A veces se soltaba la bronca, mi hermano Arturo bajaba de la batería, se metía en medio y decía— “tranquilos, tranquilos”- calmaba la bronca, ese poder teníamos ante la banda, tan pesada de ponernos en medio y se calmaba la banda, nos respetaban mucho”
Festival de la Canción Puebla 85 y la participación de Zebra
“Eran dos temas en la primera eliminatoria fue en el Teatro Principal, participamos con ‘Solo en el Mundo’, canción hermosa, que aparece en nuestros segundo disco, no calificamos y la segunda vez les dije a mis hermanos: ¿porque tocamos solo en el mundo, queriéndonos parecer a los baladistas que están participando?, vamos a tocar lo que a nosotros nos gusta, lo que la gente identifica, vamos a tocar ‘Lo Logré’; con nuestro vestuario, con nuestro humo, con nuestras luces”.
“Mi hermano estaba sacado de onda, como que no nos pelaron, le dije; mañana nos presentamos, respondió: no manches- le dije: si y ya fuimos con lo mejor que teníamos, fue impactante sacamos el segundo lugar”
“De ahí pasamos a la final en el Auditorio de la Reforma, nosotros tocábamos en Flavius y les dijimos a la banda que íbamos a participar en una eliminatoria donde íbamos a concursar con la canción “Lo Logré” en el Auditorio de la Reforma, ¿para que les dijimos?, la banda se descolgó, cuando empezamos a tocar la banda andaba bailando en el Auditorio (risas) la “Araña”, ya sabes cómo era”.
La “Araña” era un personaje muy singular, usaba corte mohicano, tenía cicatrices por todas partes del cuerpo, era pequeño de estatura, le daba por subir a bailar al escenario para luego echarse un clavado entre el público, muchas veces se quitaban y lo dejaban caer en seco.
La presencia de Zebra en en el interior del Estado y los fuertes vínculos con la banda
“Aquí había un señor que era muy metido en hacer bailes en los pueblos; Nelo López, era muy allegado a nosotros, mi hermano se casó con su hija, así que había una gran relación, él nos metía a sus tocadas en los pueblos como Zebra, pero siempre nos tocaba alternar con Los Socios del Ritmo, el grupo Yndio, La Revolución de Emiliano Zapata, Los Pasteles Verdes, Los Terrícolas, Miramar, pero nosotros anunciábamos en el Flavius; chavos mañana vamos estar en tal parte, los que gusten ir adelante. Llegaba la banda a la tocada, aunque fuera con las Sonoras o los grupos baladistas, nosotros nos sentíamos como en casa, porque estaba la banda y tocábamos nuestra onda. Con los grupos que alternabamos siempre había un momento que nos decían: “oye felicidades, tres chavos moviendo aquí a la banda, ¿cómo lo hacen?, porque sí teníamos mucha aceptación gracias a Dios, el acoplamiento de los tres carnales estaba súper padre. Así nos presentabamos en los pueblos, cada quien con lo suyo.
“La banda eran nuestros carnales, imagínate jugábamos fútbol aquí, cerca de la casa hay una cancha, jugábamos con chavos de diferentes barrios, de a “chescos”, pero no faltó quien nos dijo: oye mi Zebra, de tocada si pierden tocan en nuestro barrio y si ganan les pagamos pero de todos modos tocan, -dijimos va, siempre nos daban una goliza. Recuerdo que perdimos y nos llevaron a tocar a su barrio y escogimos el día 6 de enero, y se hizo tradición; cada 6 de enero tocábamos, pero ya no era por el fútbol, era porque nos nació tocar en su barrio y comprábamos juguetes y arriba del escenario los regalábamos a los chavos, se hizo un convivio muy bonito entre barrio y grupo, y en cualquier barrio tratábamos de aportar algo siempre.
También recuerdo y lo comento, cuando iban a la Ciudad de México llevaban camotes, lo cual provocaba un festejo la lluvia de sabores.
“Jajaja, pasábamos en la caseta de San Martín, imagínate, compramos y regalábamos camotes de Puebla, borrachitos, y toda esa onda, lo llevábamos como un detalle, como un recuerdo, nada más”.
La producción y el ingenio de hacer de una lata de chiles la “Morena” un reflector con un faro de carro, ¿cómo era?
“Nos gustaba mucho la producción, entonces lo hacíamos con lo que teníamos a la mano; mandamos hacer de un tinaco chico un sistema para calentar agua, les adaptamos unas mangueras a los lados, íbamos por el hielo seco a la Ciudad de México, lo preparábamos y ya en la tocada, donde fuera, ¡bolas! aventábamos trancazos de humo con hielo seco, era espectacular, comprábamos pólvora de escopeta poníamos nuestras parrillas a los lados de nuestras bocinas, y en cada entrada buena ¡pum! Aparecía el estallido de fuego, todo eso lo completábamos con el vestuario, y eso de las latas de chile ya con el foco de un auto, y con el humo, se formaban haz de luz muy padres, se veían, tratábamos de que se viera padre el escenario y lo lográbamos.
Foto de José Luis Lezama
“Mucha gente lo recuerda, el domingo me lo acaban de decir—“ustedes eran un espectáculo”—, que padre que se dieron cuenta de lo que hacíamos”.
Atrás de ustedes había gente muy trabajadora y creativa que hacían que la banda brillara, ¿quienes eran, los que hacían de Zebra un espectáculo visual?
“Ese comentario nos los hizo Pablo de Enigma: -“oye traes un personalote atrás, por eso es que Zebra se ve como Zebra”—. Eran nuestros amigos, recuerdo a cada uno de ellos; estaban atrás con nosotros, éramos como hermanos, dormíamos en la misma cama, comíamos en la misma mesa, jugábamos igual, ahí están mi hermano Rafael, el Pelucas, el Tilolo, El Pilla, el Flavio, el Lazos, a todos ellos, el Siete, eran sus apodos, pero ellos eran una parte importante, importantísima; uno se iba a la Ciudad de México por el hielo seco, otro se iba a comprar la pólvora, otro se hacía cargo de las luces, otro aventaba el humo, era un equipo de trabajo muy padre”.
La revista Conecte, Banda Rokera, Sonido entre otras hicieron que Zebra se conociera por toda la República Mexicana ¿Cómo sintieron ese apoyo de José Luis Pluma y Vladimir?
“Fueron un gran apoyo, porque cuando nos presentábamos en la Ciudad de México, nos llegaban reporteros y con la fotografía y entrevista, cuando nos dábamos cuenta ya aparecíamos en las revistas: “Nos visitó Zebra de Puebla con súper bataca y gran espectáculo”, de repente aparecimos en un póster, eso nos ayudó bastante, recuerdo una vez que andábamos por Morelia, salí al parque en una tarde a dar la vuelta y compré una revista Sonido, la empecé a leer y cuando veo, ¡póster de nosotros!, que llego con mis hermanos al hotel y le digo: miren lo que nos regalo revista Sonido, fue maravilloso, todo mi agradecimiento para esa revista”.
“Con Toncho Pilatos fuimos a ver a Vladimir y José Luis Pluma, para informales que estábamos trabajando juntos en Puebla y nos entrevistaron”.
¿Llegaron a sonar en la radio?
“Que yo sepa afuera ¡no! en Puebla ¡jamás! y si sonamos en radio fue porque nosotros pagamos un programa de radio, le titulamos “Las Alas Doradas del Rock Mexicano” y lo pagábamos porque nos gusta mucho el rock, porque cuando llegaba un grupo como Luzbel, La Cruz, El Tri, anunciábamos la tocada en el radio y metíamos rolas de los grupos invitados, casi de nosotros no, me acuerdo del Loco, La gran Ciudad cuando venía Luzbel, y sonaba en la radio el rock mexicano porque nosotros lo pagábamos, de no haber sido así jamás lo hubieran tocado.
En la televisión local tuvimos muchas presentaciones y si había gran aceptación, muchos saludos, nos gustaba ver como se veía y como sonábamos en la televisión”.
Al haberse presentado en la televisión local, llegaron a otro público que no los había escuchado ¿esto incrementó su número de seguidores?
No, definitivamente no, a nosotros lo que nos ayudaba era tocar en los barrios, en los pueblos, por ejemplo; tocábamos en Pueblos con los Pasteles Verdes, volvíamos a regresar pero ya sin Pasteles Verdes, ya regresaba Zebra solo, y a la gente le gustaba nuestra onda, ya alternábamos con otro grupo más chicos, pero ya éramos nosotros y otro grupo. Esos bailes sí nos ayudaron, el hecho de pararnos con esos grupos populares ya famosos, nos ayudó bastante.
Ustedes tocaban mucho en la periferia de la ciudad, ¿tenían acceso a otros lugares como escuelas o universidades?
De hecho nosotros participamos mucho con la UPAEP, en C.U., en el Carolino, nos hablaban mucho para dar conciertos en las explanadas de las universidades, hubo una donde llegaron como dos mil personas fue en la Prepa Calderón, no lo esperábamos acabamos de sacar nuestro primer disco, ya se nos había cansado la mano, a mi hermano Arturo y a mí, de dar tantos autógrafos. Siempre nos decían que si podíamos participar por bienvenida de alumnos, por despedida y nosotros siempre con mucho gusto participamos y venían con un camión, no sé de dónde lo sacaban, pero nos ayudaban a bajar las cosas porque vivíamos en la parte de arriba y bajábamos las cosas por la escalera y nos ayudaban todos, ya llegábamos a la tocada, ya había una explanada, un estrado, no se como sonábamos, pues no había nada de lo qué hay hoy, ya tocábamos y cuando terminaba la tocada ya no había camión, ya no había quien nos ayudará, salí que le hablábamos a nuestro transporte; oye ven por nosotros. Eso pasaba seguido”.
Esto obligó a que desaparecieran de la escena, muchas veces se pensó que ya no habría más Zebra, pero a la vuelta de la esquina estaban otra vez, con un mejor equipo. Tocar música comercial le permitía sostener su proyecto de rock.
Somos Rokeros pero primero somos músicos y toda la música para nosotros es hermosa, entonces el rock ya no nos daba tanto como para salir adelante más cuando ya tienes familia, tienes que ver de dónde sacas para mantenerlos, entonces como mi papá nos enseñó a trabajar, pudimos trabajar en otras partes, de ahí sacábamos para poder mantener el rock y comprar equipo, de hecho con lo que tocábamos, nos dió para comprar un gran equipo de luces y de audio, eso nos daba para poder sonar mejor en las tocadas de rock.
Han pasado 36 años del Mundial de fútbol en México 86, lo recuerdo bien porque estaba en casa de Raúl Greñas viendo un partido, cuando llegó David Guerrero, con un casete donde venía de un lado “Hecho en México” de El Tri y del otro lado “Camino al Concierto” de Zebra, el cual escuchamos y comentamos. David Guerrero, ya había grabado “En el Principio” y “Metal Caído del cielo” de Luzbel.
“El estudio nos lo recomendó Alejandro Lora, nos dijo que ahí había grabado un disco recién, que le había gustado el estudio, y ahí nos fuimos a grabar, por cierto que estuvo Marcovich ahí dirigiendo un poco la batería a la hora del transfer, no recuerdo bien pero creo que Raul Greñas nos prestó un Marshall para grabar.
¿Por qué solo se hizo en casetes y apareció hasta 1991?
No hubo dinero para sacarlo en un disco compacto, entonces apareció solo en un casete, ya después hubo una persona que se encargó de remasterizar y sacarlo en un c.d., no recuerdo el año en que lo remasterizaron pero lo hizo el señor Antonio Bialón de “Discos Brillo”
Foto y reseña de Rodrigo Farias Bárcenas
¿Hubo presentación de este disco?
“Este disco salió, cuando ya empezaban haber empresarios poderosos, hacían maratones de diez, doce grupos y un equipazo tremendos y no podíamos competir, de repente nos invitaban a participar; recuerdo que los ultimas tocadas que nos tocó alternamos con Rata Blanca, Ángeles del Infierno, Mago de Oz, tocadas muy fuertes, pero era muy triste porque íbamos con toda la ilusión ya contábamos con recursos para regalar playeras y discos, incluso si no pagaban la tocada no había problema”
La distinción de privilegios entre grupos extranjeros se hizo notar en este concierto, excluyendo a la banda Zebra del privilegio de usar el audio en su totalidad.
“Fue muy triste porque ya estábamos esperando nuestro turno, nos decían van después de Rata Blanca, estaba sonando increíble Rata Blanca, y nosotros bien ilusionados; ‘así vamos a sonar’, porque así teníamos que sonar; osea a la bataca si le pega mi hermano o el otro va sonar igual porque llevan el mismo poder, con diferente melodía, pero el mismo poder, igual el bajista y yo, tiene que sonar porque tiene que sonar, no es más uno que otro, el sonido es el sonido y tiene que salir, sin embargo; si tenías seis bocinas te apagaban cuatro, y tenías nada más dos, así de drástico, y decíamos qué pasó porque no suena como estaba sonando la otra banda, nos bajamos encabronados y después subía Mago de Oz, ¡Ay Dios! El primer trancazo al tambor, Tum Tum, no se vale, ,que poca madre, entonces desde ahí dijimos a la chingada ya no volvemos a tocar en festivales, los fuimos dejando y a la goma ya no quisimos tocar”.
“Nosotros nunca fuimos así, empezábamos el concierto para meter a la gente, escuchaban que ya había rock entraba la gente y subía el grupo invitado, pero con todo el poder, que sonaran bien y que la gente lo escuchara padre, y luego nosotros cerrábamos la tocada para que la gente se fuera contenta a su casa. Era al revés totalmente”.
Zebra y la era del internet antes de la existencia de YouTube
“Cuando mi hermanito estaba enfermo, empezaron a circular, dos tres rolas en internet. Mi hermano ya no pudo escuchar nada de esto, y cuando él se fue (2001), los fans se encargaron de subir todas las canciones de la banda, alguien recopiló un DVD de dos tres conciertos, hubo mucho material gracias a la banda, la banda fue la que se encargó de hacer esto”
Se organizó un tributo el cual agradezco bastante, y ahí fue donde vendieron este material y sorpresa ahora que empecé a grabar hice un tributo al Rock Mexicano, tocando música de Dugs Dugs, Toncho Pilatos, Náhuatl, Nuevo México, Peace and love, pero sorpresa la banda quería escuchar a Zebra; queremos a Zebra. Ya no toque covers, toque mis rolas, toda la gente cantándolas, no me lo esperaba.
¿Hay intención de volver a los conciertos como los del CONELEC?
Es la intención, estoy preparando para poder tocar en cualquier festival, que las nuevas generaciones escuchen. Si alguna vez les llegó el pitazo de que existió Zebra, que sus papás le hayan platicado, Zebra sigue actual y con más fuerza. Me gustaría tocar en un festival grande para que las nuevas generaciones conozcan a la banda.
¿Estás en el ánimo de organizar conciertos, como lo hacían en el pasado?
Podría ser que me anime hacerlos con los iconos de mis tiempos, Dugs Dugs, Enigma, con el Tri incluso, si puedo pensar en algo así.
¿Quienes integran la nueva alineación de Zebra?
Mi hijo Diego en la flauta y los teclados, mi nieto Diego en la guitarra, Carlos Contreras en la guitarra, Alejandro Veles “el Vikingo” en la voz , Maní en la batería y yo en el bajo.
¿Arturo por qué ya no se sumó a este nuevo proyecto?
Ya no quiso participar a raíz de lo qué pasó con mi hermano.
La batería de Arturo le daba una potencia al grupo con ese manejo del doble bombo.
Si fíjate, me canse de invitarlo, fíjate que arme Zebra porque la misma banda me insistía siempre, no seas gacho la gente quiere escuchar otra vez al Zebra. Y me dice mi hijo he visto mucho acerca de Zebra en la red, porque no armas otra vez y le dije ¿donde?, no tengo músicos, yo te los consigo y él se encargó de armarla, lo cual se lo agradezco bastante.
¿Ya hay nuevas creaciones?
Estoy ahorita componiendo una canción que quedó pendiente, es una balada power que se llama “la compañera de mi vida”, no ha salido en disco y la estamos puliendo para que sea un nueva tema, seguramente en la próxima presentación aquí en la Jungla ya la estrenemos y obviamente la van a subir a las plataformas. Está muy padre, como todas nuestras canciones con mensajes positivos.
¿Cómo los podemos encontrar en redes sociales?
En Facebook y Youtube estamos como Zebra de Puebla
Por último ¿Qué enseñanza te dejó tu hermano Miguel Ángel?
Nos dejó un gran legado, su música, nos enseñó hacer cosas positivas; sabernos comportar entre la banda, lo recuerdo con mucho amor y sus enseñanzas siempre las llevo a cabo.
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