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Sabino y su lírica

El rap-pop del tapatío rompe el estereotipo del malandro en el hip-hop

Puebla, Puebla; 1 de mayo de 2024. En una noche de casi un lleno total en el auditorio Explanada, Sabino hizo vibrar a sus cuatro mil localidades. Muy bien recibido por el público poblano, quien todo el concierto coreaba, gritaba y aventaba hacia el escenario: regalos, avatares de Pablo Castañeda versión amigurumi y por supuesto peluches del Doctor Simi.

El creador del Sab-hop al que en las redes sociales han criticado por su género de Rap Pop, bajo el argumento de que este género tiene que ser sobre líricas violentas, callejeras y que retraten una realidad hostil; fuera del bling-bling y los coches de lujo, Sabino amalgama una poesía de la actualidad con Rap.

Y es que, lo del Sabino es algo poco usual para el género en el que usualmente se le cataloga, lo que lo caracteriza es (además de cantarle al amor y al desamor) la capacidad de retratar las relaciones afectivas contemporáneas, con letras que hablan de como es conocer gente y seguir el contacto por medios digitales como el WhatsApp. La experiencia la hace aún más inmersiva y personal al contarnos como son sus conversaciones: “me contestó con el sticker del corazoncito con los dedos”, es como asomarse a la conversación privada de alguien más. Otro ejemplo es ese retrato de identidad que buscan las generaciones etiquetadas como “millenials” de apostarle a la nostalgia al mencionar en algunos de sus temas a personajes como Vegeta y Gokú o a los Tazos.

Una lírica que vale la pena escuchar detenidamente.

¡Que la mala vibra no haga parar al Sab-Hop, Hu, Hu, Hu!