11 may 20233 Min. de lectura

Otro año sin liberar a la marihuana

*Se celebra la XXIII Marcha Mundial por la Liberación de la Mariguana en México, hay avances sí, pero aún hay un sendero que el legislativo no quiere atender. "Si no nos van a oír, nos van a ver; si no nos van a ver, nos van a oler".

Ver Juárez Charros / Subterráneos

Puebla, Puebla; 07 de mayo de 2023. El pasado 06 de mayo en Ciudad de México se vivió la vigésima tercera marcha por la liberación de la planta convocada por el Movimiento Cannabico Mexicano para fumar y protestar por una regulación pendiente.

Y es que a casi dos años después de la Declaratoria General de Inconstitucionalidad 1/2018 emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia, donde anula la prohibición absoluta del consumo lúdico de marihuana prevista por la Ley General de Salud. Lo anterior ha permitido que muchas personas usuarias de la planta puedan hacer visible el trabajo que hay, todos los ejes y niveles que intervienen en contextos sociales y legislativos.

En el recorrido voceros como Leopoldo Rivera (periodista y activista cannábico) hicieron mención de la causa de la marcha, pues se busca visibilizar a toda la comunidad a favor de la marihuana y recordar tanto a la sociedad civil, a los medios de comunicación que no porque no se regule, no significa que la comunidad usuaria/ a favor de la planta se detenga.

Se hizo una segunda parada se realizó enfrente del Senado de la República; en el que Doctor Cannabis (historiador y activista cannábico) recordó la pereza con la que la institución está abordando la problemática. De igual forma, invitó a todos los asistentes a emitir vitoreos unísonos para mostrar la postura despectiva con la que la comunidad percibe al legislativo.

Esto resulta interesante porque mientras esto sucedía, por la mañana en el recinto se realizaba el primer BootCamp Cannábico para darle las herramientas a todas las personas que aspiran integrarse legalmente al mercado y poder armar un trabajo colaborativo con otras personas a lo largo del país que coinciden en quererse integrar a un mercado que por la desidia del Senado no se ha podido realizar. Lo anterior, da justo en el clavo de lo que se demandaba en la marcha; debido a que únicamente hay una preocupación en estos espacios en relación con la planta y es, el mercado. Y sí, es bien sabido la derrama económica que permitiría la regulación pero si no se aborda primero desde la cuestión de derechos sólo se abordaría un neocapitalismo de extractivismo tardío en el que se hablará nunca sobre el daño que ha provocado la prohibición a las personas y al tejido social a lo largo de un siglo.

La tercera parada se realizó frente al monumento a las mujeres, dónde morras pachecas hablaron como el género si tiene que ser un diálogo cuando hablemos de la liberación de la Cannabis; las mujeres son parte de la población que se ve afectada por toda estas redes mal legisladas que mantienen privadas de su libertad a las mujeres; aunado a reflexionar que la violencia de género no será permitido en ningún espacio.

Esto conecta con el BootCamp porque ha sido organizado y gestionado por mujeres que buscan eso, que las mujeres entren en una justa competencia del mercado cuando históricamente siempre se le ha sido asignados a hombres-cisgénero. Pues el evento es organizado por Dos chicas y un toque, que es un podcast que busca romper el estigma y estereotipo de la sustancia como la relación que se establece en ello.

La marcha terminó en Bellas Artes, justo cuando todo el contingente estaba arribando empezó a llover, esto no impidió que las personas asistentes continuaran bailando al ritmo del sonido sobre los camiones. Con esta misma energía se concluye la nota no sin antes una reflexión.

Sabemos que para quienes es una cuestión ajena a la marihuana, no se les exhorta o supedita el consumo para acercarse a conocer todo el multiverso que existe en torno a la planta. Llegarían a sorprenderse de lo mucho que tenemos del sistema endocannabinoide a nivel químico y social. De igual manera, a todxs los amigrifos hacer un poco de talachita, abrir el diálogo, la información veraz y científica para que entre todos vayamos poniendo en común los diálogos de una planta que tiene una carga moral sobre sus activos.

¿Es acaso que las plantas tienen una moral o seguiremos justificándonos a través de algo para no aceptar nuestra responsabilidad?