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En otros países y estados de la República, ven con asombro y romantizan a l@s muxes
Ildefonso López / Subterráneos
Puerto Escondido, Oaxaca; a 8 de enero del 2024. Josselin Sosa es activista de la comunidad LGTB+, originaria de Tehuantepec, Oaxaca, se define como una mujer trans: “Tengo sangre zapoteca, pero no hablo la lengua materna, es en Juchitán donde se caracteriza y se identifican como muxe. Es diferente el contexto de la muxendad: no podría decir que pertenezco a un círculo social donde lo definen así, pero no me considero muxe. He tenido confrontación con otros municipios, donde ellos se consideran muxes. Mira, hay que ser honestos, lo muxe lo vendieron, porque está arraigado desde hace muchísimos años y así es conocido a nivel mundial, acaba de pasar la vela de las Intrépidas, está chido porque centraliza todo”.
Las velas, es una tradición festiva muxe al amparo de su santo católico. La comunidad de las intrépidas buscadoras de peligro celebró, en 2023, la edición número 48 de su vela. Aunque la población muxe tiene avances en la visibilidad y reconocimiento de la población tanto local como exterior, de acuerdo con lo que nos menciona Josselin, lxs muxes aún enfrenta discriminación y violencias.
“Acabo de regresar de Tijuana, fui a un encuentro Binacional de Mujeres Trans, vi otras realidades, fui la única que fue de aquí, de Oaxaca, pero cuando te empiezan a contar todo lo maravilloso del istmo entonces dices a ver, no, no, no, no vivimos en un paraíso, se los vendieron como un paraíso, pero no es un paraíso muxe”.
“En otros países y en otros estados de la república, ven con asombro, romantizan, pero cuando ya vienen aquí e investigan realmente lo que está pasando. Mira, justo ahora se está haciendo una serie para Netflix y va a romper paradigmas, que vas a decir: “no manches es una realidad”: desde los asesinatos o que desde la llegada de la pandemia se olvidaron del VIH, donde la sociedad lo ve con lentes oscuros porque no ve la realidad”
Josselin Sosa, también brinda acompañamiento a personas que viven con VIH en la región del Istmo de Tehuantepec (considerada la segunda región oaxaqueña con más incidencias del virus¹), por lo que ella cuestiona la poca participación y compromiso de la población de la diversidad sexual al respecto. Para Joselin no existe un compromiso con la comunidad, ni se ha aprovechado la proyección internacional que se tiene para luchar por los derechos humanos, por lxs muxes asesinadxs, y que las autoridades no investigaron:
“Viene el día de la lucha contra el VIH, ¿qué han hecho al respecto?, el número de contagiados subió alarmantemente desde la llegada del covid, ya que se abandonaron los programas de prevención”.
“Porque no hay tolerancia, no hay los derechos, están abajo y ahí van a estar, porque sigue siendo el patriarcado, sigue existiendo el machismo, porque a ti te tolero para que me hagas el adorno, me peines, me des la comida, etcétera, etcétera”
“¿Pero dime qué fin tuviste por ir a una vela?, divertirte, tomar, llevar la botana, pero no hay un fin” [...] ¿qué hacen con los recursos que sacan de esa vela?, ¿lo presentan a medios de comunicación? ¿Tienes una fundación para las adultas mayores que son muxes? No, no lo hacen, entonces yo no estoy de acuerdo en algunas cosas”.
El panorama que nos da nuestra entrevistada es el de una mirada más fina, por detrás de la celebración y la algarabía. Una en donde las personas aún siguen delimitadas por un sistema patriarcal que les coloca en donde les conviene. Aun así, la población muxe existe, resiste y lo celebra.
“No hay vinculación en los puestos públicos aquí en el istmo; son ocupados por gays, porque no hay una muxe vestida de mujer trabajando en un banco, en el palacio municipal. ¿Cuándo defiendes tus ideales?, nunca lo vas a defender porque no les interesa”.
“Creo que hay tres padres en el Istmo que sí toleran a las trans o gays, hay una muxe con una mujer trans, que ella ya fue madrina de bautizo en una iglesia católica, donde no se permitía esto. Entonces, en algunos municipios hay tolerancia, puedes entrar a la iglesia vestido de mujer, pero en Juchitán solo es en la vela que hacen esa misa [...] Todavía existe que, mataron al muxe o se murió y el Sacerdote dice, lo quiero de hombre, no quiero vestido de mujer para la misa.”
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