Fans de Harry Potter colapsan el sistema organizativo del Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos
Hugo Cabrera / Subterráneos
Puebla, Puebla; 4 de septiembre 2024. El evento que pretendía recrear el regreso a Hogwarts, una escena de la obra literaria de Harry Potter, organizado por un club de fans en el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos en la ciudad de Puebla el pasado 1 de septiembre, superó las expectativas y ofrece mucho material de análisis para quienes estudian el arte y la cultura.
Se esperaba la asistencia de 1500 personas al museo, ya que era la cantidad de público que se podía atender. Se calcula asistieron poco más de 12 mil personas. Aquí inicia una serie de actos que generan cuestionamientos y la necesidad de buscar respuestas.
Difusión
La difusión del evento tuvo tintes de sensacionalismo e irresponsabilidad en diversos medios de comunicación. Hubo encabezados que hacían creer habría un recorrido en tren o la presencia de los actores de la saga. Los boletines oficiales del MNFM, aclarando se trataba de una representación y con un cupo limitado, fueron ignorados. La ilusión ya estaba en la mente de miles de personas días previos al evento.
Los boletos
La entrada al museo cuesta 20 pesos y los fines de semana es gratuita, es decir, el evento no tuvo costo, pero por control se repartieron 1500 boletos. Lo que descarta la posibilidad de que el museo hubiera generado un recurso, y tener algo de presupuesto extra para sus actividades.
Algunas personas que adquirieron boletos, los revendieron. Se llegó a ofrecer en 3 mil pesos para poder entrar al evento.
El colapso
Al agotarse la entrega de boletos, no hubo poder humano que disipara a las personas que decidieron seguir formadas, intentando ingresar al museo y luego a la locomotora donde personas caracterizadas recreaban la escena. Incluso hubo un fuerte aguacero que no pudo persuadir al público. Mucho menos pudo el personal del mismo museo, que pidió se retiraran porque el evento tenía que acabar en un tiempo específico: 17:00 horas y ya no habría posibilidad de entrar.
Los privilegiados que vivieron la experiencia, se fueron felices, pero la gran mayoría de asistentes, se fueron con una gran desilusión.
Lo curioso, es que un par de días después, la locomotora sigue ahí, al acceso del público. Se puede entrar y tomarse una fotografía. Sin embargo, el museo luce casi vacío, y se puede ver personal desmontando el escenario.
Conclusiones
Hay directivos de museos que consideran un éxito lo ocurrido y marcan el hecho como una línea a seguir. Hay quienes piensan en limitar este tipo de actividades, porque desvirtúan el objetivo de difundir y preservar el patrimonio en resguardo. Hay quienes cuestionan la actividad, por promover a J. K. Rowling y su activismo conservador, y muchas otras lecturas por lo que sucedió.
El hecho ahí está, un cúmulo de información que podría dar herramientas de planeación, y
estrategias para integrar y cumplir objetivos. No se reportaron daños, ni tampoco se sabe habrá una continuidad del evento.
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