Ildefonso López / Subterráneos
Puerto Escondido, Oaxaca. 01 de febrero de 2022. Ramón Alamillo es un músico multi instrumentista y cantante, inició sus carrera en 1972 siendo un niño con los Road Runners, durante diez años, en los años 80´s fue parte de un grupo post hippie, Pacto Secreto, que se convertirá en 1990 en Fin de Siglo. Alamillo quizá sea el músico en la historia del rock poblano que más ha tocado y cantado, guarda en su memoria canciones para toda una noche y parte del día. En el 2006 tocó con Beto Diaz, un héroe de los años 70, con la banda Triciclo.
Es de sangre azul, lo cual le ha permitido participar con Serpiente elástica, Confort sureño, Perro azul y El perro viejo; ha hecho teatro; ha participado en diversos coros como el Coro Jorge Federico Haendel y COROSBUAP. Ha sido creador de música, para videos, teatro, también hace música experimental. Colaboró en el programa Crónicas Universitarias, por cinco años, donde presentaba de manera acústica una canción cada semana, también escribió para nuestro colectivo Subterráneos y otros medios en los años 90.
Los inicios
El primer acercamiento a la música fue con utensilios domésticos , para buscar sonoridades, cantar, agarrar la escoba de guitarra, imaginarse en un escenario fue el primer paso para desarrollar sus destrezas musicales.
“Iniciamos como “Corre Caminos”, vivíamos en la 5 oriente 1613, hacíamos playback con música de los “Monkies”, tocábamos con escobas, y de ahí a instrumentos reales, Victor Taylor, Carlos Tlahuiz después se unió Benjamin Campos en el teclado y yo en el bajo”.
“En realidad Víctor Manuel Olivares Ortiz, utilizaba el pseudónimo de Victor Taylor como nombre artístico”
“Al principio queríamos llamarnos Road Runners Band, pero los músicos mayores que nosotros, nos cotorreaban y cuando nos presentaban, en lugar de decir Los Road Runner decían los Raa-tones, por esa razón optamos por los Corre Caminos.
No fue la única novatada, el dueño de los instrumentos también se aprovechaba, con el pretexto de que “me dieron un cheque y luego les pago”.
¿Fueron víctimas de explotación laboral?
“Hasta la fecha”, contesta riéndose.
“Teníamos entre 16 y 18 años y un repertorio que tocábamos en vivo. No había recursos como ahorita, para sacar canciones teníamos que grabar de Ia radio las canciones, guardando silencio absoluto y después sacarla de oído, incluyendo la letra en inglés, entre todos los músicos, la escuela era esa, cuando había alguien que no sabía algo, el otro le decía así va nos enseñamos unos a otros”
Como lo había señalado Roberto Prieto, la represión post Avándaro sólo repercutió en la Ciudad de México y en el estado del mismo nombre, en Puebla si había espacios.
“En el Carolino estaba un café como para estudiantes pero te hablo del 1978, el “Bismark”, aquí en la 12 poniente y la 5 de mayo estaba el “Café Colón”a la vuelta estaba el “Flavius”, donde me tocó ver al “Al trío que Suma Siete”, recientemente tuve la suerte de tocar con Octavio Ramos, que en paz descanse”.
“No conocía más lugares que a donde iba a trabajar, esto es entre el 78 y 82, después el “Café Colón” se pasó a la 2 poniente entre la 5 y la 7, ahí también hicimos otra temporada”.
Nos puede parecer bastante extraño, pero estos lugares sobrevivieron sin venta de alcohol.
“En el café Colón solo había malteadas, helados, refrescos y café. Nada de alcohol y una atmósfera muy cordial”.
¿Con qué grupos alternaban?
“Con La Quinta dimensión, pero nosotros admirábamos a La generación, La Cebolla de cristal, La imagen, El Trío que Suman Siete, eran como los masters. Recuerdo que de niños nos tocó ver un ensayo de Mothers Band”.
De Woodstock a Puebla, Canned Heat
El sábado 4 de Marzo de 1978 en el salón “Los Ángeles”, se anuncia directamente de California, “ Canned Heat”, “Javier Batiz”, “Ginebra Fría”, “Chacra”:
“Cuando iba en tercero de secundaria, es algo que pocos vivimos en Puebla porque no fue mucha gente, me quedé de ver con un amigo para ir a la tocada, se me hizo muy lejos, una vez ahí pagué mi boleto, y vi como armaban la batería de Javier Batiz, decía Baby Batiz, era impresionante . Vino el Canned Heat, ¡no tenía idea de lo que estaba viendo!, ahí estaba Bob el “Oso” Heat tocando la armónica frente a mí, después de muchos años supe que tan importante era esa banda, fue una tocada muy alucinante. Recuerdo también que vi a chavas que traían como con rastas, nunca había visto algo así, eran como al estilo Janis Joplin, no rasta pero peinados que jamás volví a ver. A pesar de que vino mucha gente del D.F., no se llenó”.
El rock en Puebla ya estaba presente desde inicio de los años 60, quizá un poco antes, por el hecho de estar muy cerca de la capital y las ondas sonoras se encargaron de esparcir el rock and roll a través de la radio, caso muy similar a las poblaciones cercanas a la frontera con los Estados Unidos, ¿Qué pasaba en Puebla a finales de los 70, ya había programas de radio, alguna sección en los periódicos que hablaran de Rock?
“No había estaciones de radio que programaran Rock, escuchábamos estaciones de la Ciudad de México, “La Pantera”, “La máquina Musical” “Universal Estereo”, solo cuando había tocadas se anunciaban en radio o periódico, ya en lo ochenta veíamos el programa “Viernes” por la televisión”.
¿Tenías conocimiento de alguna grabación?
“Octavio me enseño un casete del “Trío que suman siete” no estoy seguro si lo hicieron en estudio”.
Jipitecas tardíos
Para 1982 un grupo de jóvenes “los mostros”, merodeaban el “Carolino”, e integran una banda con mucha influencia psicodélica “Pacto Secreto”, mientras resurgía el Heavy Metal en el mundo, en la radio sonaba a “Michel Jackson”, se dice que ensayaron por días enteros sin parar, querían devorar el mundo con su música, pues tuvieron la oportunidad de alternar y tocar con grupos como Tex-Tex, El Tri y Huizar, en el estado de Tlaxcala y algunos conciertos en Puebla.
¿Recuerdas algún momento especial?
“En una tocada en Tlaxcala estábamos tocando una rola mía, al terminar un chavo se para y pregunta —¿De quién es esa rola?— conteste es mía y el chavo me dijo:—“Gracias me curé”— así me dijo”.
¿Por qué no tocaban en la periferia de Puebla, donde cada semana se hacían conciertos?
“El público que asistía a esos eventos, les gustaba bailar y nuestra música no se prestaba mucho, había cambios”.
“De lo anterior puedo decir que una ocasión que en ese momento el público de Tlaxcala tenía otras características a las del público poblano que era más urbano, recuerdo que una ocasión alternó Arturo Meza con un grupo de Punks de la Ciudad de Puebla, nunca escuché abucheos, ni vi un auditorio que se empezara a vaciar. De esta etapa existe un demo, el cual no ha salido a la luz porque no satisfizo nuestras expectativas”.
El Chamán y la conciencias alteradas
Había llegado a la Ciudad, “Mauricio Raja Madrex”, el tuvo una fuerte influencia con algunos de los miembros leían la biblia desde una perspectiva chamánica, buscando un camino a la verdad. Incluso hablaba de la desescolarización , esta influencia dejó huella en la música.
Como el trabajo siempre escasea para los músicos, especialmente si no eres Roky-pop, cierto día apareció un anuncio donde se solicitaba un grupo para un bar.
“Nosotros nunca habíamos tocado en cantinas, así que a insistencia de Héctor fuimos audicionar, improvisamos un poco de aquí y de allá y nos quedamos por diez años, nos llamamos “Fin de siglo”. “En esta nueva etapa mejoró el bienestar de todos”.
¿Ya que había recursos se dieron tiempo para grabar?
“Si, nos metimos al estudio y salió un casete titulado “Dos contra dos”, no lo sacamos en otro formato porque era muy caro”.
¿Tu llegada al blues fue casual o lo buscaste?
“Fue por Roberto Prieto, al cual le agradezco mucho. Ya desde los tiempos de “Comodín” Crazy Blues nos pedía el blues de “Los hermanos coraje”.
¿Qué es el blues para ti?
“Libertad, puedo hacer cosas que en otros géneros no me lo permitiría, son muy rigurosos. Es el disfrute, es relajación, sin el blues no existirían otros géneros”.
¿ Con qué bandas de blues has tocado?
“Con el Perro Azul, Serpiente Elástica, Confort Sureño, somos siempre los mismos los que hemos coincidido con Edith Brindis y últimamente con Federico de Zatarain con Honky Tonk”.
¿Cuál es tu aportación al blues?
“Apenas viene, aunque tengo guardadas algunas piezas espero darlas a conocer. Aunque siempre lo hemos tocado desde los tiempos de “Corre caminos” hasta la fecha”.
¿Con tu primera Banda de Blues hubo disco?
“Con “Perro Azul” en 2005 , hicimos un disco con estándares, quedó muy prendido”.
¿ Cómo se puede tener acceso a tu música?
“Se pueden poner en contacto a través del Facebook”.
¿Algo más que quieras agregar?
“Que todo se lo debo a un niño. Cuando tenía cinco años fui a ver una obra de teatro, había un grupo que tocaba en vivo, hasta ese momento pensaba que la música brotaba de la radio, no me imaginaba que las personas lo podían hacer; dije yo quiero ser así”.
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