Hugo Cabrera/Subterráneos
*Llegué de la ciudad de México a Puebla, con la idea clara de tener una banda de Metal que se llamaría Betzabel, descubrí una escena insipiente, me interesaba tocar Metal, pero original y descubrí a Morgue
Puebla, Puebla; 23 de marzo 2021. La escena del Metal poblano tuvo un origen, un detonante, antes del gran abanico de posibilidades, existió el atrevimiento y la necesidad de hacer del género algo propio. L@s foraster@s siempre son posibilidad de intercambio cultural, de generación de una nueva posibilidad creativa, es el caso de Claudio, un músico que llega a la ciudad de Puebla en 1986 y en su necesidad de explorar la ciudad, descubre una naciente escena, que posteriormente lo lleva a integrar lo que podría ser la primer banda de Heavy Metal, Death, Speed, con material original en la ciudad de Puebla.
“Llegué a Puebla en 1986, apenas terminado el Mundial de futbol, tenía como 15 años, conocí el Tianguis del Carolino, que comparado con el Chopo, bueno, realmente todo era comparado con la ciudad de México, se me hacía todo en pequeño y me gustaba por la tranquilidad. Recuerdo empezar a ver grupos como el de Chucho Romero, a Volga, una banda pionera en tocar corrientes más extremas del Metal, tocaban Speed, Trash, con la salvedad de que tocaban covers, de Celtic Roots , Anthrax, Mettallica. Estaba el grupo Zix, que tocaba más en el Conelec y le abría a Zebra y bandas que venían del DF, me tocó ver a Luzbel, Enigma, Mara, Nuevo México, siempre abría Zebra, que era más hard rock y tenía mucho de la estética del rock urbano. Zix tocaban covers de Iron Maiden, Twisted Sister. Me acuerdo de personajes peculiares: “el araña”, “el antorcha”. El Blakky en esa época era un personaje, verlo chamaquito, con su chalequito y greñita.
“Yo tenía la idea de hacer un grupo de Metal, mi hermano que tenía influencias de música de los 70 me decía que me tocaba aprender a tocar el bajo. Yo no tenía conocimiento de nada, mi bajo era un guitarra con la afinación bajada. Mi hermano vino antes a vivir a Puebla y vivió con familiares por la China Poblana, ahí conoció a una banda que posteriormente se llamaría Aquelarre, que a mediados del 86 se llamaban de otra forma, tocaban covers en ese momento. Pasó algo de tiempo y compré un bajo y siempre la idea de tener un grupo con mi hermano, el nombre lo repetía constantemente, Betzabel. Conocí en esa época a un amigo llamado Ricardo y ensayamos, pero no funcionó.
Morgue y sus rolas originales
“Fue a principios de los noventa que conozco a Morgue y la banda ya era un referente, tocaban en los pueblitos y en Tlaxcala, pero supongo sí, era la primer banda que tocaba material propio, y tenía una canción que la banda reconocía El Profanador.
Betzabel el objetivo
“Mi madre había quedado espantada a raíz del terremoto de 1985. Mi padre, originario de Puebla, de San Felipe Hueyotlipan, decidió invertir en un vehículo de transporte, fue una combi que metió a la ruta 11. Recuerdo estudiar en la Federal 5, al principio mi idea era enfocarme a las artes plásticas. Mi hermano era el que tenía la idea de hacer la banda de rock, se inscribió al departamento de música. Yo me metí a algunos talleres de rock. Mi hermano me pasó armonía, solfeo, de ahí empecé más a conocer la guitarra y a practicar mucho. En el 86, al principio íbamos al Conelec. También fui a un concierto de Botellita en el estadio de béisbol de CU. Recuerdo a bandas como Cuarto Blanco, La Última Milla. Recuerdo a Nayo y su banda Ozono, que tocaban covers, y luego una rola de ellos que decía ´voy a tocar rock en la plaza del pueblo’, algo así. Yo no veía una escena de rock, había tocadas en los pueblos, en las juntas auxiliares se organizaban tocadotas en salones y llegaban bandas como Next, Transmetal, El Tri, era poco variado, a comparación de lo que veía en la ciudad de México.
“Sentía que la ciudad de Puebla la podía abarcar toda, cosa que en el DF era imposible. Había gente que armaba tocadas, ‘el diablo’, ‘Tico’, ‘Blaster’, ‘Booguie’. Por otro lado, en el 90 yo estaba formando, después de muchos intentos, el mencionado grupo Betzabel, y no habíamos podido hacer gran cosa. Hicimos el grupo por esos años, al final mi hermano no pudo jalar, conocimos a Eduardo Cholula, un baterista que estaba en el grupo Amén, quienes nos invitaban a sus tocadas y otro amigo llamado Ricardo, quien era cercano a Morgue. No salía nada y entonces Ricardo me dijo que había chance de entrar con Morgue. Yo, tomando en cuenta que no habíamos hecho nada, decidí ir a probar. Me impresionó el Blakky, tocaba 16avos a 150 beats por minuto, cosa que no había visto y su guitarrista Toño, muy limpio y contundente. Audicionamos los dos, pero por alguna causa, Ricardo no se quedó, y se regresó con el baterista, quitaron el nombre de Betzabel. Yo me quedé con Morgue y me llamó la atención que no sabían de escalas y armonías, pero hacían cosas sorprendentes, muy chidas y así siguió otra historia diferente a Betzabel”.
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