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Casa Webo un espacio decolonial

Ildefonso López/ Subterráneos


Puerto Escondido, Oaxaca. 13 de julio de 2022. Casa Webo es un laboratorio de intervención social y de imaginación moral que comenzó a gestarse en el año 2020.

Casa Webo se encuentra localizada al noreste de Puerto Escondido en la Población de Santiago Cuixtla, municipio de Santos Reyes Nopala, población de origen chatino, está localizada en la Sierra Madre del Sur y la costa del Océano Pacífico en la Laguna de Manialtepec.


Su fundador es Eduardo Loaeza Vásquez, formado en Chapingo, estudió Fitotecnia, cuenta con otros estudios relacionados con las plantas, hizo residencias fuera del país, regresó a su lugar de origen para dedicarse a la investigación sobre el uso de plantas medicinales y comestibles para asesorar en la prevención y tratamiento de enfermedades desde un óptica decolonial, donde la salud colectiva corresponde más a la vida y no a un número.

Utiliza diversas estrategias como talleres con mujeres, vinculándose con escuelas de todos los niveles, documentando curanderas y saberes comunitarios y con radios comunitarias.

Actualmente colabora en radios comunitarias de Baja California, Veracruz y en la región Chatina de la costa oaxaqueña en Panixtlahuaca de manera virtual y en Lachao Nuevo de manera presencial.

Se dedica además a la consultoría privada a partir de una pequeña empresa de plantas medicinales enfocándose en poblaciones pobres, rurales, indígenas y vulnerables.

A pesar de sus escasos 29 años, en su rostro denota solemnidad, ríe poco pero sus palabras están llenas de ironía ante la adversidad de la vida, aquí la entrevista:

¿Cómo nace Casa Webo?

“Es un posicionamiento desde el humor, se aspira a ser la contraparte de muchas instituciones dígase; de ayuda humanitaria que en realidad son fachadas, que practican lo que se conoce como la “estética de la simulación'. “Casa Webo” da para mucho; para bromear acerca del alimento; cuando les sirvo huevo a los residentes les puedo decir que es la especialidad de la casa”.


¿El huevo va implícito en la alimentación?

“Uno de los ejes que trató en mi programa de educación nutricional es promocionar el huevo como fuente de proteína para prevenir enfermedades como la anemia.”


“El nombre de Casa Webo da para bromear, para reivindicar este alimento”.


“Llevo haciendo trabajo comunitario de manera formal desde el año 2015, a través de mi programa de educación nutricional, con Casa Webo quiero comenzar a visibilizar lo hecho hasta el momento, pero además quiero que otras personas se incluyan e incluirme en lo que hacen otras personas”.

¿El nombre se te ocurrió entonces?

“El nombre viene por una amiga que estuvo en la casa, es lingüista, muchas personas que han estado en Casa Webo tienen una imaginación grande y mucha experiencia en el activismo”.

Fundamento de Casa Webo

Es una cosa seria, desde lo lúdico, desde un posicionamiento que le llaman “optimismo estratégico”, me queda claro que de otro modo, si uno se mete a intervenir en las desgracias del mundo acabas muerto en vida”.


¿Cómo fue tu formación?


“Tengo una formación extremadamente técnica, estudié Fitotecnia en la Universidad Autónoma Chapingo, me metí a un laboratorio de fitoquímica durante muchos años a la par de estudiar fisiología de plantas y herbolaria de manera extra a mi formación oficial, entonces es un trabajo muy preciso, que además me apasiona, desde que tengo memoria me gustan las plantas, pero además siempre tuve claro tener una formación mucho más amplia, por lo que me vincule con muchas estancias dentro y fuera de México”.


¿Dónde hiciste tus estancias?


“En Estados Unidos, Italia, Francia y Camerún, precisamente en esta misma tecnicidad de tener una formación muy sólida. En este mismo camino me regresé de nuevo a la costa, y no solo a la costa porque el proyecto es muy ambicioso, tengo impactó en varios estados a través de las radios comunitarias, la meta es muy grande; quiero llegar a muchos lugares.

¿Cuál ha sido tu aprendizaje en las estancia al trabajar con gente de otras disciplinas?


“Al hacer estancias con antropólogos y filósofos desarrollé herramientas muy sólidas para trabajar con gente de zonas rurales”.


¿Cómo las aplicas?


“He desarrollado una relación muy íntima con curanderas principalmente, una murió hace un año, la documenté durante ocho años, ella me adoptó simbólicamente como su hijo, también he documentado a otras dos”.

¿Qué conocimientos te ha dejado esa sinergia?


“Mucho de la práctica que hago de manera profesional es porque aprendí a ellas, hay una especie de imbricación entre cosas técnicas desde lo que llamamos conocimiento científico occidental y la otra parte muy aterrizada de los saberes de las comunidades; hay resultados porque es programa muy sólido”.


Las comunidades tienen un conocimiento muy amplio acerca del uso de las plantas medicinales, ¿Han aceptado tus conocimientos?


“Por un lado me parece fundamental reconocer que la gente que requiere del uso de plantas medicinales como remedio son personas de zonas rurales, especialmente gente pobre, ¿Porque lo digo? Porque la gente de las comunidades con una formación académica, les cuesta mucho trabajo ver el potencial medicinal de las plantas para tratar cualquier enfermedad, entonces están llenos de prejuicios que los asocian a brujería, a cosas de pobres que no funcionan. Posicionándose a favor del medicamento como único remedio terapéutico. Pero ya he visto todo el abanico de clientes-pacientes, incluso a gente que no me creía hasta que la necesidad los orilló a utilizar los recursos medicinales que promociono”.


¿Hay una vinculación entre la nutrición y las plantas?


“La propuesta es un acompañamiento en nutrición humana vinculado con plantas medicinales que sirvan para sustituir o complementar medicamentos y esta parte es técnica, en este sentido me atrevería a decir que no tenemos en México un marco teórico o una institución que vincule estas dos cosas, los médicos no estudian plantas, los agrónomos en general no tienen una formación en clínica”.

La industria farmacéutica ha estado explotando medicamentos hechos a base de plantas, ¿qué nos dices al respecto?


Te quiero poner algunos ejemplos simples, la aspirina está hecha con sauce, el cual se encuentra en los ríos de aquí, está también la hoja de guayaba componente del medicamento “QG5” para la colitis, también puedes encontrar jarabes a base de hiedra para la tos. Esto muestra cómo se han estandarizado las plantas medicinales para medicamentos.


¿Cómo iniciaste con los extractos de plantas y cuales son las más recurrentes?


Lo que hago a través de los años de documentación y sistematización del conocimiento formal es desarrollar mezclas, con una amiga médica, con sus respectivos protocolos.


“Las mezclas para los problemas más comunes que he visto son precisamente diabetes, para bajar la glucosa es una mezcla de ajo, cebolla estafiate, la misma mezcla se utiliza para tratar problemas de colesterol y triglicéridos elevados”.


“El otro problema muy socorrido, son los digestivos; estreñimiento, colitis y gastritis, para ello utilizo plantas como hoja sen, canela, anís, zacate limón, jengibre y tomillo.


¿ Cómo socializar el conocimiento?

“Formo gente, sin ningún costo económico para zonas rurales y marginadas”


¿Pero porque has decidido vincularte con pobres, indígenas y zonas rurales?


La respuesta va encaminada a mi historia de vida; porque nací en una zona rural, crecí en pobreza extrema y tengo descendencia Chatina, esto me hizo crecer viendo el mundo desde esas identidades.


Un mundo con la cara de Jano


“Al crecer en la pobreza extrema y al vincularse con instituciones de élite, siempre fue muy evidente el contraste de estos dos mundos en donde me he movido. Entonces una forma de ir sanando mis traumas, del de haber crecido en la pobreza extrema y el de haber entendido mi etnicidad y mi racialización a la fuerza, fue lo que me orillo a hacer intervenciones directas en zonas rurales, hacía los pobres, que si pensamos en términos numéricos son la mayoría. Pero tengo muy claro que no me cierro a trabajar con gente de otras identidades, dado que todos somos vulnerables.


Las radios comunitarias


Uno de los modos que me ha funcionado en estos años ha sido a través de la radios, en este caso “Radio Huayacocotla” en Veracruz que es de las más grandes del país llega como a diez estados y áreas de la Ciudad de México. Ahí he tenido intervenciones en los últimos tres años con un seguimiento muy puntual

¿Te has propuesto cambiar el mundo?


Algo que debe quedar claro es que no soy un salvador, ya me quite ese síndrome que tienen muchos activistas, no ambiciono ser yo quien vaya a salvar al mundo o al país, lo único que tengo claro es que quiero hacer una gran cantidad de cosas, ya las hago, pero sé que al final de cuentas no se puede hacerlas solo. Si tengo claro que quiero llegar a la mayor gente posible.


Háblanos de tu posicionamiento político, ético y estético.


“Es un posicionamiento más de vida, político, ético y estético. Político porque llevo haciendo cosas muy prácticas, organizando a diferentes niveles, ético porque al final de cuentas uno tiene la elección de hacer o no hacer, y yo decidí hacer y estético tiene que ver con la forma en la que crecí, nací en una familia peculiar donde mis papás siendo pobres hacían trabajo comunitario, para mí siempre fue claro que había que hacerlo, ahora que tengo mayores posibilidades intelectuales, económicas en ciertos momentos, es simplemente un asunto de potencializar los recursos que ya tengo, para seguir haciendo lo que ya he visto toda mi vida”.

Dentro de la gran diversidad de plantas, hay plantas que curan malestares pero hay otras que curan el alma, háblame de las plantas mágicas o sagradas:

En Casa Webo se están abriendo diversas líneas de intervención; de género, de raza y etnicidad, de cuidados de animales y del medio ambiente, son diferentes áreas como las que he mencionado y una de ellas que espero desarrollar es la línea de alucinógenos dirigido al tratamiento de enfermedades como la depresión, y a nivel de traumas que se pueden tratar con hongos. Llevo dos años documentando y protocolizando, además estoy haciendo una revisión bibliográfica en este tema a la par documentar a gente de las zonas rurales que tiene experiencia al respecto, es decir gente que utiliza los alucinógenos especialmente hongos, también una semilla que se llama “la Santa”, que se utiliza en todo México, se conoce también como el manto de la virgen u ololiuqui, son semillas alucinógenas que se utilizan todavía en la región chatina, esto es importante mencionarlo, porque si llega a surgir alguna duda al respecto con mucho gusto les puedo remitir a informaciones o canalizarlos en sus intereses.


La colonialidad del saberes ancestrales


“Hay un documento que se llama “Como cambiar tu mente” que está escrito por Michael Pollan, es un profesor de Harvard y me llamó la atención escucharlo en una entrevista, él se posiciona y está posicionado como la figura académica de mayor relevancia en el tema, muestra cómo se están utilizando estos recursos terapéuticos en clínicas en Estados Unidos, en institutos de investigación y en otros países financiados por Estados Unidos, existe incluso un proyecto que busca crear un medicamento a base de hongos alucinógenos para tratar depresión y diferentes tipos de traumas. Cuando lo escucho, para mí es como si escuchara a las curanderas de esta zona que tienen mucha experiencia, pero por supuesto ahí es importante reconocer esta colonialidad: no es lo mismo que lo diga Michel Pollan de Harvard a que lo diga una señora de Lachao, que además es mujer chatina”.

Experiencias con el uso de alucinógenos, con fines medicinales


A mí lo que me interesa es una intervención directa sobre la salud, sobre la gente, es algo que voy a poder materializar en algún momento, ya que tengo mucha documentación y práctica experimentado con mi propio cuerpo, ahorita estoy armando un protocolo primero sobre mi cuerpo con el uso de hongos a partir de toda esta información que he ido recabando, en algún momento quiero escribir al respecto.

¿Qué se requiere para hacer una residencia en Casa Webo?


Si me contactan siempre les voy a decir que si, un poquito de planeación es suficiente, es completamente gratis; “Casa Webo” más allá de ser un proyecto físico es un proyecto de vida, lo enmarco dentro de lo que se conoce como éticas-estéticas del cuidado .


Casa Webo y la teoría decolonial


“En la teoría decolonial se habla de cuatro opresiones: patriarcado, en Casa Webo vamos hacer un trabajo muy claro, muy visibilizado priorizando a las mujeres (eso hablando claro, en un sentido binario del término) pero se trata de complejizar la cuestión de género en un futuro”


“La otra parte es la capitalista, por eso va hacer gratis, no se les va a pagar a los residentes, ni a cobrar y las intervenciones a futuro, especialmente de talleres dirigidos a niñas y niños serán gratis, se van a encontrar formas no monetarias de llevar a cabo el proyecto, ya está funcionando, ahorita todavía es discreto y va a seguir así.

“El tercero es la parte de la colonialidad; en mi caso me queda claro al trabajar con plantas, con mujeres de los pueblos originarios. De entrada asumo que voy a ser descalificado, pero a la vez es difícil descalificarme porque tengo una formación elitista, para mí, ha sido importante caminar entre estos mundos de una manera muy estratégica”.

“La otra parte es la modernidad, entendida como hacerle caso a lo que llamamos razón más que a lo que sentimos. Deconstruir y ver diferente el mundo a partir de lo que sentimos es algo muy técnico que he ido estudiando y llevando a la práctica desde hace mucho tiempo, veo en Casa Webo un medio para la potencialización de las expresiones sensibles de otros activistas, de artistas y de artesanos. Esto suena muy locochón pero es muy práctico”.


Hacer es nuestra forma de decir


“Hay una expresión de José Martí; hacer es nuestra forma de decir, entiendo que al final de cuentas a veces se me puede creer, a veces no, pero para eso está casa Webo, para que vayamos, voy a tener disposición casi siempre de recibir a gente”.

¿Qué tan complejo ha sido tu proceso de descolonización?


“Increíblemente difícil pero siempre ha sido más grande la curiosidad que tengo, esto en parte porque estoy en un rango autista que se llama síndrome obsesivo compulsivo, entonces soy más necio y curioso que miedoso. Muchas de las cosas que he hecho ha sido con un temor enorme pero siempre ha sido más grande la curiosidad, al final no ha habido opción de hacerlo diferente porque así ha sido mi personalidad”.


Las Naciones Unidas, el INAH y la decolonizaciòn


He hecho estancias en las Naciones Unidas , primero en el programa de pobreza rural y curiosamente nunca había sido tan pobre, nunca había vivido un nivel de violencia estructural como al que fui sometido y al que yo mismo me sometí porque pude haber dicho que no, fue la contradicción más grande que he vivido pero a la vez fue una lección de vida.

“Hice una estancia en el INAH, en un programa de epidemiología sociocultural que no es otra cosa que la salud pública alternativa nacida a través de movimientos sociales, uno de los ejes que estudié fue la decolonización; ahí fue como pude ponerle palabras a lo que sentía y había vivido como chatino, fue darme cuenta que no solamente soy yo, son miles como yo. Ahora que he ganado muchos privilegios a diferentes niveles es para mí una responsabilidad entender cómo utilizarlos para hacer lo que me toca, sino creo que la vida no tendría mucho sentido”.


¿Qué tan difícil ha sido la aceptación en tu comunidad Santiago Cuixtla?


La primera vez que ofrecí un taller nadie fue, después empecé a dar talleres en otros pueblos hasta que maestras de mi comunidad me invitaron a dar un taller; ahí se vieron obligados a asistir padres de familia, maestros, algunos niñxs, fue un proceso diferente, entendí que cada comunidad es un contexto diferente. Utilizo de manera estratégica un lenguaje más terrenal al momento de realizar intervenciones. La radio me ha permitido tener más experiencia para comunicarse en términos muy prácticos, otra forma de llegar a la gente es que me visto como cualquier costeño; short, chanclas y camiseta, normalmente estamos acostumbrados a que si alguien salió del pueblo se viste de manera diferente, pero para mí es una estrategia. Tampoco utilizo mis grados académicos, la gente me llama por mi nombre, entonces esto rompe con ese clasismo existente.


¿En la región se habla la lengua Chatina, cómo te comunicas?


“La intervención que hago en Panixtlahuaca es con un grupo de estudiantes a los que les doy clases, ellos hacen la traducción al Chatino. Además, he hecho contenidos en otras lenguas originarias; en Puebla en náhuatl por ejemplo”.


¿Cuáles son los próximos planes ?


Son dos, el primero es hacer crecer el programa de educación nutricional de la Costa de Oaxaca y seguir fortaleciendo Casa Webo, este año comencé a construir una red de artistas y artesanos y activistas para que conozcan el proyecto, y el próximo año el espacio será abierto masivamente a niñxs.


¿Cómo se te puede contactar?


Siempre respondo; en whatsapp 595 101 7607 y en facebook estoy como: Lalo Loaeza.



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