Puebla, Puebla; 21 de mayo de 2016. Cruzando los cielos de Puebla, Tlaxcala y El Estado de México, un objeto incandescente llamó la atención de las personas en vigilia. A la 1:48 horas de la Ciudad de México el fenómeno cruzó el cielo en tonos verdes y amarillos con una estela alargada e iluminado calles y edificios y produciendo un estruendo parecido a una explosión.
Comentarios en Facebook y Twitter de testigos del evento fueron los primeros datos que surgieron, que no esclarecían la naturaleza del acontecimiento, pero con el apoyo del Doctor Raúl Mújica logramos acceder a los testimonios de Investigadores del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe).
El doctor José Ramón Valdez, científico de los observatorios y laboratorios de Tonantzintla, comenta al respeto del fenómeno: “son cuerpos pequeños del sistema solar, que van de unos centímetros hasta algunos kilómetros de diámetro. El evento que vimos anoche fue un bólido, no llegó a impactarse con la tierra por lo que no pudo ser un meteorito”.
“Estos objetos, al entrar en la atmósfera terrestre, se encuentran con densidades mucho mayores de las que hay en el espacio, al entrar en la atmósfera se va comprimiendo el aire que tienen delante, en ese momento ocurre el proceso de ionización; el objeto no soporta la presión y ocurre una explosión”.
Acerca de qué tan común es un evento como el visto en Puebla señala: son muy frecuentes, como se dijo son millones de objetos pequeños en el espacio exterior y se puede repetir”.
Y respecto a su peligrosidad agrega el doctor José Ramón Valdez: “no son eventos peligrosos, ya que no tocan la superficie ni producen cráteres. Pero en algunos casos, dependiendo de la composición del meteoro, el ángulo de entrada a la atmósfera, el tamaño y la velocidad, podría ser un riesgo. Para prevenir posibles eventos catástroficos el mismo Inaoe está trabajando en los programas de monitoreo de asteroides con la ayuda de los telescopios de Tonantzintla”.
Por otro lado la Sociedad Astronómica Poblana también esclareció en su momento algunas dudas a través de su cuenta de Twitter: posiblemente haya sido de menor tamaño que el objeto que se vio en Rusia en 2013 que era de 17 metros; la destrucción del bólido en la atmósfera depende de la cantidad de metal en su composición; y tampoco existe el temor de que la caída de un objeto de esas dimensiones produzca una explosión similar a la causada por una bomba nuclear.
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